Nos esperaban unas vacaciones de ensueño. El Hotel White Hope lucía imponente, rodeado de bosques y con todo tipo de comodidades que tentaban a los visitantes, pero se convirtió en nuestra jaula. Allí, Gabriel, Samuel y yo terminamos sumidos en un infierno que nadie querría vivir; un infierno por el que pasaron muchas otras personas. Ahora es tarde; la realidad se ha vuelto contra nosotros. Una vez dentro, no hay salida. Escapar no es una opción, ni siquiera para ti...
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